María y Joaquín

Aquí os traemos una de nuestras bodas más especiales, la de María y Joaquín, una pareja encantadora que lo que quería para su día especial era una fiesta. Una celebración con la gente a la que quieren para que todo el mundo disfrutara al máximo. Una boda clásica y elegante, pero con detalles muy rompedores que sorprendieron a todo al mundo. No hubo una temática concreta, pero si una idea esencial que querían plasmar en el evento, autenticidad. Una boda que representara cómo son ellos como pareja y cómo personas.

Nos imaginamos, que a estas alturas, sabéis que María es parte del equipo de Artimanya, y ella, como no podía ser de otra forma, organizó su boda. Una tarea doble, ¿no creéis?, novia y organizadora, todo un reto. Pero no hay nada que pueda con María y todo quedó precioso. Además, contaba con el apoyo de Artimanya en todo momento que le facilitó las cosas. 

Fue una organización maravillosa y todo un reto para nosotras. Todo tenía que salir perfecto, y la verdad, todo fue estupendo. Vivimos una boda mágica junto a María y a Joaquín.

Es un poco difícil organizar tu boda y ser wedding planner al mismo tiempo porque se conocen todas las tendencias y suelen gustar todas las opciones que se plantean. Y esto fue lo que le ocurrió a nuestra amiga María. Le gustaban muchas cosas y todo en su cabeza fue sumergiéndola en un mar de confusiones hasta que pensó en una paleta de colores granates, dorados y cobres. Unos colores que en 2019 fueron tendencia inindiscutib.Pero hubo un pequeño problema a mitad de la organización. No encontraba unos manteles en esos tonos que combinaran bien con el estilo del salón donde se celebraría el banquete. Por lo que cambió la paleta a azul, plateado y colores que evocaran el atardecer del Mediterráneo. Pese a este pequeño contratiempo, todo comenzó a coger forma gracias al apoyo que tuvo de su compañera de aventuras, Belén, que dio cuerpo al proyecto, en especial en el aspecto del diseño gráfico.

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Fueron muchos los detalles que hicieron especial esta boda, desde la creación de las invitaciones en acuarela hechas a mano por nuestra colaboradora Montserrat Salvat, hasta los arreglos florales realizados por Koldo Esparza. Los motivos florales fueron muy importantes en la boda y fueron minuciosamente elegidas por María, ya que las orquídeas y las magnolias son de las flores que mejor la representan. Flores elegantes, bellas y con un toque exótico y salvaje. 

Os preguntaréis por el ramo, elemento esencial de una novia y que es el compañero inseparable de la novia, pues bien la protagonista del ramo fue la orquídea. Un ramo que se salía fuera de lo común, de estilo desenfadado en tonos morados y maquillaje que combinaban a la perfección con el vestido y el maquillaje de nuestra compañera. 

Un vestido de Marcela Manserga, con cola y velo sencillo que realzaba la figura de María sin excentricidades, en el que destacaban la espalda en forma de pico invertido y las mangas con flores bordadas a mano. 

Los centros de las mesas del banquete fueron otro elemento clave de la decoración. Se decidió colocar arreglos que aportaran altura y luminosidad en las mesas más grandes y adornos bajos con velas para las mesas más pequeñas, más cercanas a la mesa presidencial, ya que esta estaba adornada con un arco de flor sobre el que colgaban lámparas de cristales redondas. Algo parecido decidieron los novios para el photo call. Un arco adornado con flores sobre el que colgaba un neón en el que se leía: Bailar es soñar con los pies, una frase que define a la perfección a este matrimonio que adora bailar.

Se creó un ambiente familiar e íntimo con la combinación perfecta de todos los elementos, pero muy elegante y sobrio como nuestra pareja. Eso sí, con alguna sorpresa que animó mucho a los invitados. Rompiendo así la seriedad que tanto se le atribuye a este estilo de boda.

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“Una boda clásica, pero rompedora”

Cuando los invitaros llegaron al cocktail apareció Herbert con su violín eléctrico y detrás de él, llegaron los novios de la mano bailando. Después el violín ánimo la barra libre junto con el DJ. Otra gran sorpresa fue ver que después de la comida llegaron dos bailarines a animar a los invitados.

El fuego puso la guinda del pastel, nadie, absolutamente nadie, se esperaba que hubiera dos máquinas de fuego frío que se ponían a funcionar cuando la gente se venía arriba durante la noche.

Esta pareja tan auténtica decidió hacer su boda única e irrepetible y así la vivimos. Todos disfrutamos celebrando su amor.


Organización / Artimanya y MF Event Planner

Maquillaje y peluquería / oui novias 

Música / Mediterránea Eventos

Neón / Lights & Wires

Fotografía / senchermés

Cristalería y vajilla / Options

Mantelería / Lino By Carsan 

Banquete y Fiesta / LA HUERTA DE PEÑALÉN 

Seatting y papelería de la boda / Belén Sebastiá de Artimanya

Chaqué / Hangover

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